Tenerife, 1984

Encargo de la revista Basa (Colegio de Arquitectos de Tenerife). Me interesó contraponer la arquitectura vernacular a las construcciones hechas para el turismo. Este material se publicaría posteriormente en UR, la revista del Laboratorio de Urbanismo de la Universidad Politécnica de Cataluña, que dirigía a la sazón Manuel de Solà-Morales.